Esta sección no para de darnos alegrías y hoy tenemos la suerte de poder entrevistar a Javier Zaccagnini, Director durante 6 años del Consejo Regulador de la Ribera del Duero, Socio fundador de las Bodegas AAlto junto con Mariano García y ahora además en un proyecto en solitario, con los vinos Preludio y Sei Solo. Gran personaje en el sector vinícola y gran persona con quien es realmente un gusto hablar.
No nos enrollamos más y os dejamos con la entrevista:
– Del marco de Jerez a Ribera del Duero… Ingeniero industrial de profesión, MBA…. ¿Cómo se acaba siendo Director del Consejo regulador de Ribera del Duero?
Yo creo que por genes porque mis bisabuelos españoles eran bodegueros en Jerez y mis bisabuelos franceses tenían bodegas en Coñac. Aunque mis abuelos vendieron ambas bodegas y mis padres no bebían vino me da la sensación de que el atavismo funciona. Así que después de trabajar como ingeniero y como director de empresa durante 15 años al final los genes se impusieron. Decidí cambiar de profesión al vino y nunca me he arrepentido: y claro, después de 6 años dirigiendo el Consejo Regulador de la D.O. Ribera del Duero, la evolución natural era ser bodeguero… tanto ver a los demás haciendo vino me iba dando una envidia…sana, pero envidia. Y tuve la inmensa suerte de que Mariano García quisiera asociarse conmigo y fundar juntos Bodegas Aalto. Y después de diez años trabajando estrechamente y aprendiendo con Mariano quise hacer mi propio vino. Así surgió Sei Solo.Y mira, lo de los genes no lo digo en broma porque tengo un hijo que es ingeniero agrónomo y enólogo y desde hace un año trabaja conmigo. Así que de momento hay continuidad en la saga de bodegueros en esta familia….
– ¿Qué te llevas de esos años como Director de la DO Ribera del Duero?
Por una parte aprendí mucho, porque partía de un gran desconocimiento del mundo del vino, pero al tener una posición tan interesante, en contacto con viticultores grandes, pequeños, con Vega Sicilia, con las cooperativas… ¡con todos! pude empaparme de la grandeza de la Ribera del Duero. Pero, sobre todo, me apasioné, sentí que esa era mi manera de entender la vida y quise tener una bodega propia, no ver los toros desde la barrera sino vendimiar, elaborar, vender, sufrir y disfrutar. Es un mundo realmente apasionante, quien entra en él ya no sale nunca.
-Bodegas Aalto marca el inicio de tu carrera como bodeguero con Mariano García y ahora, decides emprender tu propio proyecto, Sei Solo. ¿La niña de tus ojos?
Sí, sí, sin duda. En Aalto estoy feliz y es mi trabajo de todos los días pero elaborar mi propio vino solo y buscar mi propio estilo en la Ribera del Duero fue durante muchos años mi mayor ilusión de futuro. Y en el fondo no es tan complicado cuando se parte de viñas viejas excepcionales en La Horra, que es mi pueblo favorito. Tuve oportunidad de comprar 3 hectáreas y no lo dudé. Durante 4 años (del 2007 al 2010) estuve elaborando sin hacerlo público, buscando un estilo basado en la elegancia y la finura, más que en la potencia y la estructura, pero hasta el 2011 no me di por satisfecho y entonces puse la primera cosecha a la venta, tan solo 5.000 botellas. En el vino no puede uno ni dormirse ni correr, hay que trabajar con un ritmo preciso…¡y tener mucha paciencia!
Hago dos vinos solamente: Preludio y Sei Solo, y su elaboración es la misma, parto de las mismas viñas, la fermentación es igual y la crianza en barrica también. La diferencia entre ambos es solo de matices, ambos tienen estilos muy diferenciados y los separo mediante cata de todas las barricas al final del proceso. Preludio es un vino muy elegante sin perder el estilo Ribera del Duero y el Sei Solo es un estilo muy personal, donde intento que prime la finura.
-Un proyecto con mucha vinculación con el mundo de la música. ¿De dónde te viene esa pasión por la música?
Pues mira, no sé si viene por los genes también, músicos profesionales en mi familia no ha habido, aunque sí personas que tocaban muy bien el piano, pero desde muy pequeño la música me ha apasionado. Y mi compositor favorito, de lejos, es Juan Sebastián Bach. Como no puedo dedicarme profesionalmente a la música -¡que ya me gustaría!- por falta de cualidades, en este proyecto he querido unir mis dos pasiones poniéndole un nombre que hace alusión directa a una de las obras maestras de violín de todos los tiempos: las seis sonatas y partitas (SEI SOLO a violino senza basso accompagnato….) que Bach compuso en 1720. La etiqueta me la ha hecho el mismo Bach, ya que lo que aparece en ella es sencillamente su propia escritura.
Por cierto entre la música clásica y el vino hay muchas similitudes, pero eso lo dejamos para otro dia…
– ¿Ribera y el Tinto Fino tienen aún muchas cosas que contar?
¡Absolutamente!
La Tinto Fino en la Ribera del Duero es una materia prima excepcional. No me cabe duda de que esta variedad de uva en esta zona da una calidad tan alta como la de cualquiera de las grandes regiones del mundo. Nuestra Denominación de Origen es joven aún y nos quedan muchos años para ir trabajando y desarrollando el potencial de binomio Tinto Fino y Ribera del Duero, pero habiendo ya grandísimos vinos en la región tengo la seguridad de que en los próximos años van a surgir muchos más.
Y nada más, hasta aquí esta entrevista con Javier Zaccagnini. Menudo placer hablar con él… ¡Hasta nos ha convertido a fans de Bach!
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