«El vino nunca pasa de moda» Muchos estarán de acuerdo con esta frase y para adentrarnos más en su mundo actual, te hemos preparado el siguiente post.

Vino y moda siempre han sido dos amantes unidos en el tiempo, pero… ¿Qué es lo que tienen en común?

El mundo del vino es todo un universo infinito de sabores y colores, que emocionan con cada sorbo en el paladar. Por otro lado, la moda causa un sinfín de sensaciones con tan solo un diseño o una prenda.

El vino es un universo infinito de sabores y colores. La moda causa un sinfín de sensaciones con tan solo un diseño.

¿Ya lo tienes?

¡Exacto! estos dos mundos van unidos por los SENTIDOS. Cada uno de ellos logra sacar los mejores sentimientos de las personas. Es por eso, que una vez se consiguen unir, causan una explosión de emociones.

De modo que, en un mundo en el que todos somos polivalentes y nuestros intereses cada vez son más variados, buscamos nuevas experiencias que nos motiven y nos hagan vibrar el corazón.

Cuenta la historia que Coco Chanel, fue la pionera en el diseño de los bolsos con cadenas. Lo hizo para que las mujeres pudieran sostener bien su copa de champagne durante las fiestas y celebraciones. Mujer revolucionaria, que nos dejó una de las siguientes frases célebres: “Solo bebo Champagne en dos ocasiones: cuando estoy enamorada y cuando no lo estoy”.

Las bebidas, como el champagne, nos pueden acompañar en nuestros mejores momentos, porque al fin y al cabo nos hacen vibrar de emociones, sabores y colores, al igual que vestir una buena prenda de ropa.

Por lo tanto, no es de extrañar que muchos diseñadores de moda se conviertan en expertos de vinos y lleguen a crear sus propias bodegas o que incluso colaboren con estas, para diseñar etiquetas innovadoras.

¿Te gustaría ver algunos ejemplos?

Moda y Champagne
Coco Chanel: “Solo bebo Champagne en dos ocasiones: cuando estoy enamorada y cuando no lo estoy”.

Un gran ejemplo a nivel mundial es de la diseñadora, cantante, compositora y estrella de la televisión Victoria Beckham. Amante de los vinos, empezó a aficionarse a ellos cuando vivía en España, junto a su esposo y futbolista David Beckham. Fue él, quien decidió regalarle un viñedo a Victoria por sus 34 años, ubicado en el Valle de Napa, la zona vitivinícola de Los Ángeles.

Los vinos que produzca su viñedo no pasarán a ser comercializados, si no que solo serán para consumición propia. Victoria también declaró, en el “Good morning Britain”, que bebe una copa de vino tinto al día: «Siempre me digo que beber vino tinto es sano para mí. Se lo escuché decir a alguien una vez y, aunque creo que ese consejo viene de la propia industria vinícola, me quedo más tranquila si yo misma lo pienso así. Me encanta el vino tinto, así que eso de que es saludable lo meto directamente en la ecuación»

Otro gran ejemplo en España es el de la diseñadora, María Barros. En 2014, creó una colección primavera-verano, junto con la ayuda de la enóloga y periodista Cristina Alcalá. María cuenta que estos dos mundos son más iguales de lo que parecen: «Sin ninguna intención y conversando con la sumiller Cristina Alcalá, me di cuenta de que el proceso creativo a la hora de elaborar un vino sigue las mismas pautas que yo sigo para realizar una colección de moda».

Su colección, vistió de elegancia la ciudad de Madrid. El nombre escogido para esta fue Coupage, palabra francesa que hace referencia al arte de mezclar diferentes uvas, para unificar, complementar o mejorar las cualidades del producto final.

María se basó en las siluetas de las botellas y las uvas para dar forma y volumen a sus vestidos. Además, también quiso utilizar colores del mundo vinícola, basándose en una paleta de colores tierra, florales y cítricas.

¿Y por qué decimos que el vino nunca pasa de moda?

El vino también ha evolucionado y ha querido ser parte de la elaboración de nuevas prendas de ropa, pero… ¿cómo? . Gracias a la tecnología y a la University of Western Australia (UWA).

Gary Cass, Donna Franklin y Alan Mullett, son los autores e investigadores, del proyecto Micro”be”, de la UWA. Plan que utiliza la ciencia para convertir el vino en un material de celulosa.

Esto se produce gracias a la bacteria Acetobacter. Gary Cass, fue quien notó que una capa de tela, parecida a la piel, surgió sobre el vino que se contaminó con esta bacteria.

La mezcla que surge entre el vino y la bacteria se vierte sobre el cuerpo o molde que se ha de trabajar y se va modelando hasta acabar la prenda. Todo esto ¡Sin utilizar costuras! Ya se han creado prendas hechas de vino tinto, vino blanco y cervezas como Guinness. Ropa que conservan su olor y color natural.

Las prendas huelen a vino o cerveza y se siente como lodo mojado al ir trabajándose sobre el cuerpo, pero eso es algo en lo que van a ir mejorando los investigadores. Posiblemente, veamos en unos cuantos años, ropa elaborada de diferentes vinos que aparte de beber y disfrutar, también podamos vestir.

Es por eso que, estos dos mundos, de la mano… ¡Nunca pasarán de moda!

Vino y Moda
María Barros – Colección primavera-verano