Bienvenidos a las laderas del monte Vesubio, en la región de Campania, Italia. Este volcán, famoso por su erupción en el año 79 d.C. que sepultó Pompeya, no solo ha dejado huellas en la historia, sino también en la viticultura. Y donde hay vino, hay amor. Así que volamos hasta una de las regiones vitícolas más famosas de Italia. Un viaje para buscadores de aventuras y tesoros porque no mentimos al decir que cada vino que catamos ha sido como un pequeño volcán.  ¿Te vienes de viaje?

Un legado enterrado en lava

Nos recibe Giuseppe Sorrentino, la nueva generacion de una familia (Tenuta Sorrentino) dedicada desde hace más de 300 años al vino en esta región. Giuseppe ha sido nuestro anfitrión, nuestro guía, nuestro maestro y el responsable máximo de que nos enamoremos del Vesubio, sus vinos, su historia y sus gentes. ‘¿Os apetece ahora subir al cráter del Monte Vesubio y ver las vistas impresionantes, dar un paseo por los viñedos y descubrir las variedades o visitar la bodega y conocer los vinos mientras degustamos algunos productos locales?’. Todo, lo queremos todo. ‘Pues empecemos, por el principio: la historia’.

El Vesubio entró en erupción el año 79. Fue una de las erupciones volcánicas más famosas, catastróficas y mortíferas de la historia de Europa. Lo sepultó todo. Pero se sabe que los antiguos habitantes de Pompeya y Herculano ya cultivaban la vid (se han localizado desde raíces fosilizadas en la lava, ánforas, tinajas, frescos romanos con escenas relacionadas con el vino y hasta 200 construcciones de los llamados “termopolios’’, los bares de la época donde se bebía y se vendía vino).

Pasaron mil setecientos años ocultos y enterrados hasta que en 1748 empiezan las excavaciones y se descubre que en la ciudad de Pompeya hubo bares, tiendas, negocio y mucho ocio. Las cenizas del volcán la sepultaron por completo sí, pero la dejaron intacta. Era lógico: su ubicación estratégica como puerto marítimo, a orillas del golfo de Nápoles, y la riqueza de sus tierras, hacían de este lugar un territorio perfecto, no solo para el intercambio comercial, sino para el desarrollo de una gran diversidad de cultivos agrícolas, entre ellos la viña. Su importancia enológica fue tal que han llegado a llamarla ‘la Burdeos del mundo antiguo’.

El suelo Volcánico: el secreto de la calidad

Hoy, el paisaje es impresionante. Las vides crecen con fuerza sobre los terrenos volcánicos, con el Vesubio al fondo, imponente. Sorrentino posee 35 hectáreas de viñedos en las laderas del Monte Vesubio y una acogedora casa de campo donde, durante cinco generaciones, se han dedicado a la viticultura y el vino. ‘Mirad este suelo’, nos dice. El suelo volcánico es rico en minerales, lo que proporciona a las uvas un carácter único. Estos minerales influyen en el sabor, la acidez y la complejidad de los vinos. Pero no solo eso, el suelo volcánico protege las cepas de los parásitos, incluida la filoxera. Por eso, la gran mayoría son aún cepas de pie franco.

Sorrentino cultiva las vides de forma completamente orgánica (certificación ecológica desde 2001). ‘En mi familia no pensamos sólo en términos de las próximas añadas, sino de las próximas generaciones’, señala Giuseppe.

Lacryma Christi del Vesubio

¿Y qué variedades se cultivan aquí? ‘Se dice que los griegos plantaron en las faldas del Vesubio la vid Aminea Gemella progenitora de todas las variedades locales, que son las que trabajamos: la Falanghina, Capretone, Coda di Volpe y Catalanesca para los blancos; y la Piedirosso y Aglianico para los tintos. Uvas de sabor angelical, de ahí que los vinos se denominen Lacryma Christi, ‘las lágrimas de Cristo’.

¿Perdona? ‘Sí, existen numerosas historias y leyendas al respecto. Dicen que Lucifer, ángel del mal, expulsado del Paraiso consiguió robar un trozo del Edén y con el formó el golfo de Nápoles. Apenado por esta pérdida, Jesucristo empezó a llorar derramando sus lágrimas justo aquí, en el Vesubio; y de esas lágrimas nacieron las viñas y el vino «Lacryma Christi«. También se cuenta que los romanos, impresionados por la belleza y fertilidad de esta tierra, decidieron llamarla «Campania Felix» (o «Campiña fértil», de la que deriva el nombre actual de Campania) y difundieron la leyenda de que Baco lloraba de alegría al ver una tierra tan rica y fértil. Al parecer, más tarde la historia fue cristianizada y los monjes vinicultores medievales cambiaron a Baco por Cristo’.

Sea lo que fuera -nos dice Giuseppe-, lo que sigue siendo cierto es que las tierras del Vesubio son muy fértiles por su suelo volcánico rico en minerales y el clima mediterráneo suave y ventoso.

La Cata de Vinos: un Festín para los Sentidos

Después de pasear por los viñedos, es hora de entrar a la bodega. Giussepe nos presenta a Benny, su hermana, con un talento innato para la enología. Ella nos habla del proceso de vinificación, desde la vendimia hasta el embotellado. ‘Combinamos prácticas orgánicas y sostenibles, minimizando la intervención química, tanto en el viñedo como en bodega, utilizando las levaduras naturales. Intentamos constantemente permanecer fieles a la expresión de la tierra, permitiendo que las características del terroir emerjan y evolucionen de añada en añada’.

En una acogedora sala con vistas panorámicas del Vesubio y el Golfo de Nápoles, catamos los vinos.

_ Lacryma Christi del Vesubio Tinto: Este vino tinto tiene un color rubí profundo. Al acercar la copa a tu nariz, percibes aromas de frutas rojas maduras, especias y un sutil toque ahumado. En boca, es equilibrado, con taninos suaves y un final largo y mineral. Majestuoso, como un volcán en erupción.

_ Lacryma Christi del Vesubio Blanco: De color amarillo pálido con reflejos dorados, este vino blanco ofrece aromas frescos de flores blancas y frutas cítricas. En boca, es vibrante, con una acidez refrescante que resalta sus notas frutales y un delicado toque mineral. El paso en boca es lento, vibrante y untuoso, como el avance de la lava.

_ Lacryma Christi del Vesubio Rosado: Con un atractivo color rosa pálido, este rosado despliega aromas de fresas frescas y flores. En boca, es ligero y refrescante, ideal para acompañar una tarde soleada. Rico y peligroso como un volcán en erupción.

Maridaje con Productos Locales: Placer Culinario

Para complementar la cata, nos ofrecen productos locales como quesos, embutidos, pan fresco y aceite de oliva. Cada bocado resalta los sabores del vino y viceversa, proporcionando una experiencia gastronómica alucinante. Así que no lo dudéis, winelovers, en las laderas de un antiguo volcán, en el corazón de Campania italiana, hay todo un mundo de sabores esperando ser descubiertos. Cosa aspetti a prendere un aereo? ✈️

¿Te apetece vivirlo en primera persona?

Si leyendo este post te han surgido unas ganas locas de visitar el Vesubio y vivir esta experiencia vitivinícola en primera persona, estás de suerte winelover. Porque Sorrentino os espera a todos con los brazos abiertos y la máxima ‘Todos los amigos de mis amigos son mis amigos’, es decir, por ser socios de Wine is Social os harán un 10% DTO en todas sus actividades: trekkings, wine tours, cata y degustaciones, clases de cocina, paseos a caballo, cenas y alojamiento. ¡A disfrutar!

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