Repasemos los métodos de elaboración

  •  Método Tradicional o ‘Champenoise’.  El vino realiza una segunda fermentación en botella, reteniendo el CO2, junto a una larga crianza con las lías. Es un proceso largo, costoso y delicado, propio del Cava y del Champagne.
  •  Método Ancestral.  Se embotella el vino a media fermentación para dejar que ésta termine en botella y genere el CO2 y las burbujas.
  •  Método Tanque.  La segunda fermentación tiene lugar en un tanque sellado capaz de soportar la presión del CO2. Posteriormente, se filtra y se embotella a presión. Es el propio del Prosecco.
  •  Método Asti.  El mosto se enfría tras una fermentación parcial en el tanque para retener el CO2. El tanque se sella hasta el embotellado. Propio del Moscato d’Asti.
  •  Método Carbonatación.  Consiste en inyectar CO2 a un vino tranquilo y embotellarlo a presión.