Que los vinos naturales o de mínima intervención son tendencia ‘primordial’ para una nueva generación de consumidores es indiscutible. Que su consumo va en aumento, también. Sin embargo, no siempre es fácil acertar. Hay muchos elaboradores, poca normativa y mucha confusión con respecto a los términos: vino natural, de mínima intervención, orgánico. ecológico, biodinámico… Así que hemos seleccionado algunos de los productores que más nos gustan: productores serios, audaces, inmaculados y de diferentes orígenes.
¿Cuál es, para nosotros, el denominador común? Todos son productores que trabajan muy seriamente la estabilidad del vino, sin una intervención excesiva, y tratando de expresar de la manera más nítida los matices propios de la variedad de uva y el terruño de donde proceden. Sin interferencias. Para ello, buscan preservar la pureza en todas las etapas de viticultura y elaboración, interpretando el terreno y adaptándose a lo necesario para lograr una fruta de calidad, que exprese las condiciones del terruño.
📌Cosas que debes saber
Tips básicos 👇
✅Hay una tendencia de consumo global hacia la producción natural.
✅Beber sin sulfitos es la demanda de los winelovers de última generación.
✅Asegúrate que el productor respeta todos los procesos naturales, tanto de cultivo (orgánica) como de elaboración (mínima intervención).
✅El vino debe ser limpio y expresar el carácter de la uva en un terroir determinado.
✅Son vinos vivos, cambiantes, dinámicos y eso los hace más divertidos.
✅Deberías probarlos sin prejuicios. No son mejores ni peores, simplemente distintos.
¿Un vino Ecológico es Natural?👇
Mucha gente confunde los términos vino ecológico o biodinámico con el denominado vino natural. Un vino ecológico, orgánico o biodinámico se refiere sólo a las prácticas realizadas en el cuidado del viñedo: libres de fungicidas sistémicos, pesticidas y de herbicidas químicos, que respetan la tierra y el medio ambiente. Cuando hablamos de vinos naturales o mínima intervención nos referimos a vinos sin ‘atajos’ enológicos en bodega: elaborados con levaduras indígenas, sin aditivos químicos y correctores de acidez. Sin filtrados ni estabilizantes, siguiendo los tempos propios del producto y su elaboración. Y sólo emplean sulfuroso en dosis mínimas o nulas.
Es habitual que ambas prácticas esten relacionadas pero no es obligatorio. Te recomendamos que releas 👉 10 cosas que debes saber de los Vinos Naturales.
¿Porqué nos enamoran?
- Alonso & Pedrajo (RIOJA): Porque además de su filosofía libre y de mínima intervención, Alonso y Pedrajo es el fruto resultante de una unión entre dos familias amigas y su convicción que en Rioja se puede elaborar vinos diferentes: con maceraciones de pieles, trabajos en ánfora y en definitiva una filosofía libre con una identidad única.
- La Unidad (CEBREROS-SIERRA DE GREDOS): Por su espíritu, un proyecto que nace de las ganas de pasarlo bien haciendo vino y de hacer vino para pasarlo bien. Sin reglas y sin moldes. Con amigos. Su logo es una cebra porque así se definen y así son sus vinos: naturales, independientes, salvajes, libres, que no pueden ser domesticados.
- La Gravera (COSTERS DEL SEGRE): Lagravera nació literalmente en un entorno en el que solo había piedras. Aprovecharon una gravera, la restauraron y en esa zona plantaron y recuperaron viñas. Protegen la tierra que ayudan a regenerar a través de la biodinámica. Es la única bodega certificada biodinámica de Lleida y recuperan variedades históricas ancestrales del siglo XIX.
- Le Roc des Anges (CÔTES CATALANES): Por Marjorie y Stéphane Gallet, una pareja extraordinaria que construyeron su bodega como proyecto de vida en común. Les une el amor compartido por la naturaleza y el vino en la mesa. “Le goût du lieu a forgé l’esprit de nos vins”, dicen. Vinos biodinámicos de variedades más bien mediterráneas (Cariñena blanca, garnacha gris o Macabeu) que desarrollan un estilo muy personal, todo en finura, frescura y pureza de expresión.
- Les Vins de la Gabare (LOIRA): Porque es un proyecto colaborativo, entre Les Caves de Pyrene -un importante importador y distribuidor de vinos orgánicos y biodinámicos- y un grupo de viticultores locales de los alrededores de Anjou y Nantes. Y con un único fin: crear vinos de excelente relación calidad-precio con uvas de cultivo ecológico y elaboraciones naturales que reflejen fielmente el lugar del que proceden.
- Château Saint Cyrgues (RÓDANO): Por cómo cuidan ese viñedo histórico, paso de muchos peregrinos que se dirigían a Compostela o Jerusalén. Se encuentra en el lugar exacto donde una vez estuvo la iglesia de Saint Cirice des Marges. Allí siempre cultivó la vid y hoy conviven cepas de 1971 y de 2014. Su ubicación geográfica lo convierte en el viñedo más meridional del valle del Ródano. Cada generación lo cuida y lo protege, aportándole equilibrio y consistencia.
- Monte dall’Ora (VALPOLICELLA CLÁSICO): Por que Carlo Venturini y su esposa, Alessandra Zantedeschi, demostraron que se puede empezar de cero aún proviniendo ambos de familias vitícolas y así lo hicieron en 1995. Compraron viñedos abandonados en terrazas y los recuperaron. Decidieron trabajar exclusivamente en ecológico y siguiendo los preceptos de la biodinámica. Solo variedades autóctonas y sabores puros.
- La Colina Biológica (ABRUZZO): Porque creemos en Francesco Cirelli, quien junto a Tommaso Turci y Domenico Francone, y su propuesta por hacer vinos certificados BIO, lejos de estereotipos, de prejuicios y clichés. Respetando las tradiciones pero con visión contemporánea.
- Rallo (SICILIA): Por la obstinación de la familia Vesco involucrada en la producción de vino desde 1860. A finales de los 90 revolucionaron Sicilia con sus prácticas vitivinícolas y su voluntad de hacer vinos naturales en tres zonas: Alcamo, Marsala y Pantelleria. Su blanco nos fascina.
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