Portugal también es tierra de vinos tranquilos

Después de este viaje por las dos zonas históricas de Portugal, te preguntarás si solamente se elaboran vinos fortificados en este país. La respuesta es rotunda, no.  Los vinos portugueses destacan cada vez más por sus vinos tranquilos, y son los elaboradores los que han apostado por la calidad de sus variedades autóctonas, reivindicando la variedad de terroirs increíbles que podemos encontrar. No hace falta ir muy lejos de las zonas históricas para encontrar ejemplares de vinos secos de calidad. El Oporto comparte zona con la Denominación de Origen Controlada Douro.

La calidad de sus vinos blancos y tintos sin fortificar es incuestionable. Entre los pioneros en promocionarlos encontramos a Niepoort, una bodega reputada que cuenta con uno de los mejores enólogos a nivel mundial, Dirk Niepoort. Junto a otros proyectos, han presentado al mundo una nueva versión del Douro, con la que pretenden expresar mejor la tipicidad y dar voz a la gran riqueza de variedades.

Los blancos más famosos del país

Si tu afición son los vinos blancos hay una zona que no te puedes perder. Situada al norte del país y lindando con Galicia, el reino de los blancos frescos y aromáticos recibe el nombre de Vinhos Verdes. Esta Denominación de Origen tiene este nombre por el paisaje verde y húmedo que inunda la región. La influencia atlántica es tal que los viñedos están conducidos en altitud (en pérgolas o árboles) para evitar la aparición de hongos condicionados por la lluvia. Se podría decir que la climatología es muy similar a su vecina DO Rías Baixas, con la que están separadas por el río Miño.

Aunque ahora representa un 82% de la producción, esta tierra de vinos blancos era, no hace tanto, reinado por las uvas tintas. En la frontera con Galicia, muchos son los elaboradores que sorprenden con increíbles Alvarinhos, que muestran expresiones de gran calidad y un gran potencial de envejecimiento. Entre otras variedades compartidas encontramos grandes ejemplares de Loureiro.

Una zona en pleno auge

Otra de las regiones revelación es la DOC Dão. Situada en la zona central del país, justo debajo del Douro, goza de un clima idóneo para la calidad de la uva. El clima de transición entre el oceánico y el continental permite que las uvas sean más expresivas en aromas y consigan una maduración perfecta. El abanico de variedades autóctonas es muy grande, aunque a grandes rasgos, la Touriga Nacional en los tintos y la Encruzado en los blancos son las dominantes.

Si hay que definir los vinos de Dão con una palabra es elegancia. Los viñedos, plantados en altitud, consiguen un equilibrio único que siempre ha tenido esta zona, aunque antiguamente había estado escondido detrás de excesiva madera en sus vinos. Actualmente la tendencia es dar el protagonismo a la variedad y su terroir, potenciando su frescura y carácter.

Las burbujas portuguesas

Yendo hacia la costa nos topamos con Bairrada, una zona con más influencia oceánica que fue la primera del país en aventurarse con los vinos espumosos. La experiencia y el buen hacer dotan de calidad las burbujas portuguesas. La variedad tinta Baga es la dominante en la zona, con la que también se elaboran vinos tintos de nivel.

Joyitas por descubrir, curiosidades para winelovers

Además de estas zonas, hay muchas más joyas escondidas en Portugal, como los vinos de Alentejo, al sur del país, los increíbles viñedos situados en los Azores, los maravillosos dulces que se elaboran en Setúbal o el único Vinho dos Mortos, un vino que nace de una invasión francesa, en la que los habitantes, con tal de preservar el vino, lo enterraron, dándose cuenta que cuando volvió la normalidad, el vino había ganado en calidad. 

Portugal atesora verdaderas joyas que están esperando a ser descubiertas, más allá de los vinos históricos. Un país que reivindica sus métodos de elaboración únicos y su gran patrimonio, las más de 200 variedades autóctonas. No esperes más a descubrir este país, que aunque esté tan cerca, a veces parece muy lejos. 

Si has llegado hasta aquí solamente me queda decir… ¡Obrigado!