Un cambio de estación implica cambio de temporada, de armario, de comidas y, por supuesto, de vinos. El sol, las flores, el calorcito, el mar, las terrazas… Todo nos invita a elegir vinos más frescos y ligeros pero… ¿Cuáles? ¿Por qué? ¿Cómo pedírselos al camarero? Ahí van nuestros tips para WineSpringLovers.

Celebramos la entrada de la primavera y con ella, os invitamos a descubrir nuevos perfiles de vino. Que tú puedes beber lo que más te guste o lo quieras, eso está claro. Pero no nos negarás que los vinos con peso, concentrados y exceso de crianza en madera apetecen más con el calor de la chimenea. Ahora, lo que nos pide el cuerpo son vinos más frescos y livianos que acompañen los platos y comida de temporada: ensaladas, sushi, pescadito, paella… ¡Ah! Pero no te dejes engañar, que no solo los blancos son refrescantes. Empecemos:

Sin renunciar al tinto

El clima más cálido no significa renunciar al vino tinto. Si lo eliges correctamente, un tinto puede ser perfecto incluso a  40 grados de temperatura. Busca tintos de cuerpo medio o ligero, con buena acidez y poco tanino. El efecto secado en el paladar de los taninos dan al vino un perfil de sabor generalmente  más denso y menos refrescante. Pide un tinto más jóven, de perfil ligero o afrutado y variedades como la Garnacha, la Tempranillo o la Pinot Noir.

🎯Recomendación: Ponlo 30 minutos en el refrigerador antes de servir y verás cómo se realzan los sabores florales y frutales.

Blancos refrescantes

La acidez del vino blanco realza sus cualidades refrescantes y nítidas, lo que hace que el blanco sea una opción excelente para disfrutar en primavera. Decántate por los blancos con buena acidez pero recuerda que no todos los blancos ofrecen las mismas cualidades. Los vinos blancos con un color más intenso (largas crianzas en madera o sobre lías) suelen tener mayor estructura, sabores más complejos (incluso ‘mantequesos’) y en boca pueden resultar más pesados. En cambio, los blancos más claros generalmente están destinados a consumirse jóvenes cuando tienen la mayor frescura y frutosidad. Albariños,Verdejos, Godellos, Chardonnay, Sauvignon Blanc son una excelente opción.

🎯Recomendación: Opta por vinos de regiones frescas, tendrán mayor acidez, y pide que tengan un toque mineral -casi salado- que lo hará más crujiente y refrescante.

Un rosado bien fresquito

Los rosados son ideales para la primavera debido a su color y su sabor fresco y afrutado. Además, el rosado es un vino increíblemente versátil que combina bien con alimentos de temporada como verduras de primavera, proteínas de carne más ligeras o pescado y se despliega aromáticamente con sus notas de frutos rojos, flores y cítricos.  

🎯Recomendación: Ante la duda, escoge el rosado más pálido, significa que ha macerado poco tiempo con las pieles y será menos astringente. Y sácalo del refrigerador aproximadamente 15 minutos antes de servir para no perder la fuerza aromática y de sabor. 

El espumoso nunca falla

Los vinos espumosos, como el Cava, el Champagne o el Prosecco, son perfectos para las celebraciones de primavera. La burbujeante textura y el sabor refrescante y afrutado de estos vinos los hacen perfectos para acompañar comidas ligeras. Su fresca acidez y las burbujas nos limpian el paladar y nos dejan la boca intacta, fresca y deseosa de otro bocado o sorbo.

🎯Recomendación: Sírvelo bien frío, entre los 6 y los 10ºC. Ideal para los días más calurosos, en casa, en terrazas o azoteas. Y no te olvides las gafas de sol.

SELECCIÓN PRIMAVERA

Si lo que necesitas es vinos concretos, hemos seleccionado seis vinos ideales para celebrar la llegada de la primavera. No te los pierdas y comprueba con ellos los tips que te hemos dado. 😊

  • Viña Alarba tinto. Garnacha de Calatayud, madura pero refrescante.
  • Villa Wolf Pinot Noir. La uva más suave y delicada, cultivada en la fresca Alemania.
  • Entre Dos Aguas. Tinto, joven, con poca intervención y sabor aterciopelado.
  • Moscato d’Asti Alice Bel Colle. Dulce, perfumado, con finas burbujas y baja graduación alcohólica.
  • Pinkgall. Un rosado fresco, pálido y aromáticamente desvergonzado.
  • Luar do Sil. Un delicioso Godello de Galicia tocado por los aires atlánticos.